Ultimamente me di cuenta que suavemente fuiste poniendome todo en su lugar, como si fuese un juego para armar. Empezaste corrigiendo males al azar, como al barro el alfarero, conquistaste suavecito.
Me di cuenta que suavemente pusiste besos justamente en el lugar correcto, suavemente, como cirujia para curar las heridas que dejó el pasado sin sanar. Y en el caos del infierno, suavemente instalaste tu gobierno, y arrasaste suavecito.
Estoy comprendiendo dia a dia, que suavecito, fuiste casi imperceptible, sin apuros, de a poquito,
colocaste tu bandera inamovible. Suavemente fuiste tan demoledora, pasito a pasito, tu paciencia arrulladora me salvó.
Como puede ser que tan suavemente fuiste ganando con saber perder, sin afanes de imponer, con la calma que viene del tacto de mujer, como huella de gaviota, como se forma una gota, me atrapaste suavecito.
Me aceptaste como un cero izquierdo y sin valor, me peleaste, sin nada a tu favor, con la suavidad con la que se mueve un rumor, como el paso de una anciana, con paciencia de artesana
me salvaste nuevamente.
Suavemente...
Datos personales
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario