Por que?

Siempre me pregunte que se sentira ser Fede… siempre quise saber que se siente estar en mi propia piel… por que será no??
Cuantos de nosotros nos pasamos el día (y las noches) tratando de mostrarle a los demás lo maravillosas que son nuestras vidas, sin pensar que realmente, nuestras vidas, somos nosotros, nuestro dolor, nuestra felicidad, somos nosotros, no solo somos un gran conjunto de piel y huesos, me di cuenta con el correr del tiempo, que yo soy mas que eso, soy un gran grupo de coincidencias y circunstancias, en las cuales cada persona que ha vivido o conocido a Fede, tal cual es, a contribuido a que Fede… SEA… que simplemente SEA…
Recién ahora empiezo a entender un poco más a Fede, porque Fede, es el único que tiene TODAS las respuestas. No entiendo por que fui tan ciego, por que mostré algo y alguien que no quería ser, por que mostrar madurez con inmadurez, por que mostrar la verdad en una bolsa de mentiras, por que al MIEDO, la INSEGURIDAD y el DOLOR, llamarlo falsamente FELICIDAD, porque esa… esa es la felicidad que mata por dentro.
Quiero poder encontrar a Fede dentro de Fede, quiero hacer tantas cosas que tengo dentro aprovechando la mas grande libertad que se me dio… la de ser yo mismo… y todo esto que hoy empiezo a entender se lo agradezco a mucha gente… amigos que estuvieron en esos momentos feos.. Y aquellas personas que en sus momentos de ausencia mostraron que están más que nunca… CADA UNO SABRA QUE ROL CUMPLE para ser parte de lo que hoy es FEDE…


[F]ede

Datos personales

lunes, 30 de noviembre de 2009

Nada es para siempre

Todo lo que soñé siempre lo imaginé para toda la vida. Me refiero al amor, a la felicidad, a los momentos gratos, a los silencios claros, a las miradas tiernas, a las fantasías ricas, a las compañías elegidas, a los misterios sanos, a las personas buenas que me rodearon, a los buenos augurios, a la mejor caricia, a los besos eternos, a los despertares entre los brazos de quién amamos…

Sin embargo, estos pensamientos se esfuman entre los dedos y todo aquello que creemos que podemos sostener eternamente se evapora entre un aliento entrecortado, que anuncia un dejo de tristeza, una desilusión cierta basada en una promesa que no es cumplida, una mano que pasa a cerrarse en forma de puño, esa mano que se estiraba para aferrarse y que un día incierto ya no espera., para tomarte y juntos recorrer el mundo.

Encontramos las respuestas cuando buscamos la certeza de las cosas y nos damos cuenta lo irreal que resulta ser él para siempre. Confiamos en ese hombre por el que hubiésemos dejado todo en la vida, al que nos entregamos con el corazón.
Confiamos en esa mujer que creíamos que nos daría todo su carisma, que nos acompañaría en la difícil tarea de vivir. Sin embargo, sin esperarlo, llega el día en que nuestros sueños se desmaterializan y descubrimos que nada es para siempre.
Nos separamos con dolor y nos arrimamos a la idea que debemos renunciar a lo que hemos construido para empezar de nuevo, como sí fuésemos jóvenes, como sí nuestro tiempo fuese eterno, sin llevarnos nada de lo anterior, más que el dolor.

Nos sentimos vulnerables y nos volvemos débiles, empezamos de vuelta sin saber cuál es el mejor rumbo, que camino es más seguro, no podemos dejar atrás los recuerdos, estos han formado parte de todo nuestro tiempo entregado que en este momento de transición pareciera que casi ni hubieran valido la pena.

Sentimos que nos falta la mitad, que quedamos destrozados en partes pequeñas, nos arrimamos al mundo y todo sabe diferente porque hemos estado en una especie de burbuja, mientras soñábamos sueños que no se cumplieron, quizás sueños que forjamos solos aunque creímos que estábamos acompañados, o se cumplieron solo en parte.

Queremos recuperar lo que sentimos que hemos perdido y ser parte de nuevo de una historia, fundar nuevos sueños y abrir nuestro corazón que se muestra enfermo, el dolor lo ha atacado y levemente lo apagó.
Este corazón en estado de terapia intensiva no puede latir como hace un tiempo, aunque se esfuerce y tardemos en volver a sentir, esto nos atemoriza y nos inserta en un sin fin de obstáculos que anticipadamente ponemos frente a cualquier nueva oportunidad, temiendo primero y luego avanzando con cuidado, apegados a los traumas pasados y llevándolos a cuestas.

Nada es para siempre y no es una premonición, quizás resulte ser una frase que alivia a aquellos que pusieron todos sus sueños en marcha creyendo que sería por siempre, pero algo impide que así sea, entonces aquellos más fuertes pueden intentar buscar entre tantas dudas las respuestas para la próxima vez, para no equivocarse, para no sufrir, para resguardarse.

Si no pudo ser para siempre, por algo será y quizás será por algo bueno, por algo mejor, siempre debemos oponer ideas positivas para intentar mejorar en las expectativas y para intensificar la esperanza, sí nos hundimos en el dolor y nos enquistamos no encontraremos el motivo verdadero por el cuál no fue para siempre y nos dejamos llevar por las iras encajonadas que estallan reclamando lo que ya no tiene solución.

Nada es para siempre, por eso mientras dura debe ser especial, debe ser valorado, debe ser reconocido y cuando termina, debemos agradecer haber podido disfrutarlo, haberlo vívido intensamente.

Muchas personas suelen empezar relaciones creyendo que serán para siempre, cuando fracasan entonces la desilusión es grande, se ha creado un alto porcentaje de frustración, los sueños se caen y no hay forma de comprender la causa que impide su realización, nos quedamos presos de ese fracaso y sentimos que no podemos seguir adelante, nada recompone las marcas y a pesar de que siempre giran nuevas oportunidades a nuestro alrededor, se nos hace difícil poder verlas, estar atentos, sin darnos cuenta que quizás eso tuvo que pasar para dar lugar a lo venidero.

A veces suelo decirles a mis pacientes, cuando me dicen “Nada es para siempre”, que es verdad y suerte que así haya sido, de lo contrario quizás, no hubieras accedido a tantas otras cosas maravillosas que te pudieran pasar de aquí en más.
Lo que se fue, se fue, y quizás seguramente hubiera pasado sin posibilidad de que sucediese algo distinto, quizás, tal vez hace rato eso estaba terminando y no quisiste darte cuenta, ahora que se ha vuelto realidad, debes conformarte y reconocer que por algo sucedió, quizás sucedió porque merecías una nueva oportunidad para algo mucho mejor. Pero sí te hundes en reproches, sí te enquistas en lo perdido, sí te muestras vencido, es claro que te apagarás y entonces nada será para siempre.

No es mi culpa amarte

Sólo soy víctima de mi amor por vos, me dejé vencer por mi idealización y soborné mi corazón, dejé que me indique un camino gris, que me lleve a un lugar en el que sólo iba a ser lastimado. Me entregué a mis sueños, me dejé llevar caprichosamente sin entender que cuando no es recíproco el amor duele.

Si me hubieses pedido que te entregue el cielo, seguramente hubiese construido una escalera sin entender que ninguna me llevaría a alcanzarlo. Ese fue el engaño, esa fue la manera de traicionarme a mi misma.

No se trata sólo de procurar, no se trata sólo de tener toda la confianza en mis sentimientos, se necesita mucho más que eso para conseguir un buen amor.

Cuando idealizamos al otro estamos equivocándonos en el lugar que ponemos el ideal. Sí entendiésemos que ese es el lugar apropiado para uno mismo entonces será el otro quién podría colocarnos en el lugar de su ideal.

Los sueños son propios de cada uno y en la medida que construimos esos sueños elegimos la persona apropiada para compartirlos. Entonces, nos volvemos atentos a escuchar otros sueños y si en algún lugar se parecen o complementan, entendemos que nos encontramos con la persona indicada.

Pero cuántas veces quedamos atrapadas en personas que han hilado sueños diferentes y creemos omnipotentemente que podremos cambiarlos y hacerlos compartir el nuestro, porque creemos que ese sueño es más cálido, más coherente… un sueño mejor.

Este es el camino a ser culpable de amar sin límites, de enquistarnos en frases o situaciones que creemos que pueden modificarse, en plasmar una historia que cierre y darle una forma distinta a la real.

No soy culpable de amar, sí podría entender que sólo soy víctima cuando mi amor no es correspondido, cuando deseo llorar porque me siento rechazada, cuando el otro tiene todo el poder y que más doloroso que el poder que nos otorga la fácil renuncia, la distancia sin dolor de aquella persona a la que se le dijo que también era amada a sabiendas de que no puede ser amado aquello de lo que podemos abstraernos.

Algunas puertas siempre están abiertas para salirse, otras se cierran y nos encarcelamos en una idea, una razón, una justificación que vuelva verdadero nuestro ideal, entonces es claro que el que ama de verdad queda atrapado, queda a expensas de quién no siente lo mismo, y se convierte en su leal anfitrión, en su apéndice.

Cuando me enamoré de ti, quedé atrapada en ese amor que hoy no me vuelve culpable pero sí victima, victima de ti, de tus necesidades, de tus caprichos, de tus tiempos de distancia para saber lo que querés, de tus abandonos, de tu falta de recuerdo, de tus imposiciones, de tus derechos sin obligaciones, de tu autoestima, porque sí alguien elevó esa autoestima, sólo fue mi amor desenfrenado, mi amor sin límites.

Y así juntaste las lágrimas que dejé en tu camino, y las hiciste un bollo, limpiaste con ellas los cristales de tus ojos y me viste de otra manera, sentiste que ya no era lo que te acercó a mí, es que yo podía llorar por lo tanto era débil, por lo tanto sufría por tí, era débil para decirme a mí misma esto me hace mal, sí es que me hace llorar.

No soy culpable por amarte, soy víctima de un dolor indescifrable, que me deja sin fuerzas, que me entrega a la enfermedad y a una condena para siempre (la condena de amarte sin sentirme amada).

Víctima de tus desarraigos suelo ir en busca de algo que me ayude a girar y ponerme en otro lugar, pero ya es tarde para cambiar de sitio, me acomodé en uno donde no había mucho espacio para girar, me instale en ese sitio y ahora sólo espero con desdicha que gires a mi alrededor y que en algún momento podrás dejar de darme la espalda, espero ese momento en que me mires de frente y te des cuenta que soy más de lo que crees para vos, que me reconozcas y esperando me voy marchitando, por eso soy victima, victima de la espera, victima de tu renuncia, victima de tu falta de atención, victima de un amor que jamás me hará feliz.

Ojala sea culpable, porque sí pudiese mirarme como culpable no trataría de buscar más razones para comprender lo que jamás entenderé y es que me enamoré pero de quién no debía enamorarme

Con vos aprendí…

… cuáles son las cosas verdaderamente importantes, aprendí que el amor no se compra, que el amor no se mendiga, que el tiempo vale…

… que los recuerdos son parte de nuestra riqueza espiritual, que la vida tiene segundos de felicidad que apenas los podemos sostener, que merecemos oportunidades, tolerancia, certeza, seguridad, que somos vulnerables a la ternura y que no podemos sobreponernos al maltrato, que debo dar todo el tiempo para ser reconocida, de lo contrario no merezco tu mirada, que cada minuto debo pensar en lo que te enamora porque sino me hundo en tu rechazo.

Con vos aprendí el sacrificio que requiere el hecho de sostener una relación; aprendí a ser mártir, aprendí a sentirme triste, desahuciada; aprendí a arriesgarme, a enfrentarme a todos, a pelear por lo que creo que he ganado; aprendí a ser ilógica, fantasiosa, idealista, a creer en lo que ambicionaba, en lo que quería conseguir, aunque no fuese algo que me hubieses prometido; aprendí a ser deshonesta conmigo, a aceptar que me escatimes tus sentimientos, a tolerar que mires para un costado, que te niegues a buscarme porque sos hombre, que te subas al caballo y que seas la reina y el rey del juego de ajedrez, aunque también el alfil para hacerme jaque mate.

Con vos aprendí los misterios de una noche de tristeza, los secretos guardados; aprendí a dormir con calmantes; con vos aprendí a desesperar de llanto, aprendí sobre la sensación de morirme, a temer que no regreses, a que me dejes de querer, miedo a lo que no se dice y a todo lo que dijiste y que no pude olvidar, a que te hieran las cosas que te dije.

Aprendí a resignarme si no ganaba una batalla, a postergarme si necesitabas algo, a descuidarme, a comenzar de nuevo aunque nuestro tiempo juntos fue largo, sólo porque debíamos volver atrás, y repetir de grado porque caprichosamente creía que la próxima sería la vencida, a no comprometerte, a no pedirte nada, a no esperar nada, a perder kilos en una semana, a bajar la mirada y agachar la cabeza, a sentarme en la vereda porque no querías recibirme en tu casa.

Aprendí lo que nunca hubiese querido aprender, aprendí sin pedirte que me enseñes, aprendí todo tipo de vivencias, aprendí todo aquello a lo que siempre le escape.

Con vos aprendí a supeditar lo mío, aprendí a no hacerme cargo, a no reconocer mis falencias, aprendí a ser infiel conmigo misma, a serme desleal, poco franca, a traicionar mi amor propio.

Con vos aprendí a renegar frente al cambio a no apostar a otra cosa, a pensar más en el otro que en mí misma, o sea a abandonar mis deseos o no escucharlos.

A veces esto nos hace sentirnos peor, pensamos en "todo lo que nos podemos hacer en pos de retener un amor". Los amores no se retienen, se tienen o no, creemos que lo peor que nos puede pasar es perder a quien amamos y no nos damos cuenta que lo peor es que se quede quien amamos pero por comodidad o por presión, porque quien decide quedarse y ocupar el rol de permanecer a nuestro lado debe hacerlo sin condiciones.

No hay nada más hermoso que saber amar, sin esperar que el otro nos reconozca, es el otro quien pierde o se pierde de disfrutar del amor concedido y recibido.

Algunas cosas preferimos no haberlas aprendido nunca. El objetivo de conocer lo que nos puede dañar sólo es útil a los fines de experiencias vividas que no deberían ser repetidas, pero a veces no nos damos cuenta que dedicamos mucho más tiempo del que necesitábamos a esa experiencia nefasta, entonces perdemos la capacidad de aprender para adquirir sólo más capacidad de sufrir.

martes, 17 de noviembre de 2009

Cuatro palabras

Es dificil para mi decirte a veces algunas cosas
Esta vez, no hay nadie mas, somos vos y yo
Solo vos, yo, y este viejo foco que nos da luz desde la calle
Necesito que cierres tu ventana, aquella que da a esa calle
Dejemos un momento el mundo afuera
Nunca supe que tenia un sueño, no crei volver a tener uno
Hasta que ese sueño fuiste vos
Cuando miro dentro de tus ojos, el cielo tiene un azul diferente
Debo admitirlo, intente hacerte creer mis mentiras, vos las creiste, pero las convertiste en verdades.
Vos me levantas cuando caigo, me haces sinar la campana antes de caer en la lona
Se que jamas me ahogarias, y si fuese asi, cruzarias el MAR para salvarme
Te pedi que cerraras la ventana un momento, de verdad necesito dejar el mundo afuera
Cuando no podia volar, me diste alas
Cuando no podia respirar, partiste mis labios
Cuando no podia darte nada, tan solo me esperaste
Y hoy solo puedo darte estas palabras:
Gracias por amarme, por ser mis ojos cuando no podia ver, y por partir mis labios cuando no pude respirar
Gracias por cruzar mares para que no me ahogue
Gracias por amarme

No quiero quedarme dormido

Podría quedarme despierto solo para oírte respirar
Contemplar tu sonrisa mientras duermes, mientras estas lejana en sueños
Podría dedicar mi vida a esta dulce sumisión
Podría perderme en este momento para siempre
Porque cada momento que paso con vos es muy valioso para mi
Acostado cerca tuyo, sintiendo el latir de tu corazón
Me pregunto qué estas soñando, si soy yo a quien estas viendo
Después te beso los ojos y doy gracias a Dios porque estemos juntos
Y solo quiero estar contigo en este momento por siempre y para siempre
No quiero cerrar los ojos, no quiero quedarme dormido porque te extrañaría mucho, y no quiero perderme nada
Porque incluso cuando te sueño, ni el sueño mas dulce se compara contigo
Te seguiría extrañando, y no quiero perderme nada
No quiero perderme ni una sonrisa, no quiero perderme ni un beso
Solo quiero estar con vos, aca con vos, como ahora
Solo quiero abrazarte fuerte, sentir tu corazón muy cerca del mío
Y simplemente permanecer en este momento por siempre

lunes, 9 de noviembre de 2009

Seguire ahi

Tiempo, requiere tiempo recuperar lo que no me dejaste perder
Voy a estar ahi, se que voy a estar
Sentir, solo sentir, puede lograr que me devuelvas lo que todavia no me sacaste
Voy a estar ahi, se que voy a estar
Voy a luchar, sabes que voy a luchar por recuperar tu amor (aquel que todavia no me gane)
Podria tirar una pared algun dia, y detras de ella me verias, seguiria ahi
Si recorremos otra vez todo el camino desde el comienzo, trataria de cambiar el pasado, o mejor el presente
Trataria de cambiar las cosas que mataron nuestro principio
Tu orgullo contruyo una pared tan fuerte, que no logro atravesar, si en verdad ya no me quedan chances, de empezar de nuevo, yo me quedare aca, esperandote
Intentalo, solo intentalo, confiar en lo que te ofrezco una ultima vez
El amor, nuestro amor, no debe tirarse porque si, yo estoy aca, sigo estando aca
Voy a estar ahi... se que voy a seguir ahi

lunes, 2 de noviembre de 2009

Rarezas de corazones trasnochados

Esto es todo, aquí estoy, de pie a la luz del mundo
Esto es todo, aquí estoy, de pie a tu lado, tengo el mundo en mis manos
Esto es todo, aca estoy, enamorado
Y estoy a tus órdenes (vos mandas)
Este amor que siento nunca pensé que podría sentirse tan real
Puedo sentirte dar vueltas la llave que libera mi corazón roto
Ahora no tengo miedo al amor, en contra de algunas probabilidades
Vos sos todo, y se que puedo querer y mas, pero realmente hasta ahora no lo sabía
El amor es hermoso, y este amor (lo puedo sentir), si estoy es seguro... es real
Y parece como si hubiera visto tu cara una y mil veces
Y sabes que viste mi cara antes
Y me decis que no queres que me acerque, pero muchas veces voy a tener que hacerlo, solo por este amor.
Yo nunca oí una palabra acerca de ti, enamorarme no era mi plan, yo nunca pensé ser tu enamorado
Vamos, por favor, confía en mí
Es verdad cuando te digo, que hasta ahora, no habia conocido nada como vos...
Nunca habia oido, de algo como vos
Nunca habia imaginado, a alguien como vos